Este instrumento supone una herramienta para el apoyo de las PYMES con tres objetivos muy bien definidos. En primer lugar, mejorar la rentabilidad y el crecimiento de las PYME mediante la combinación y la transferencia de conocimientos nuevos o existentes a soluciones innovadoras, disruptivas y competitivas. En segundo, captar y distribuir las innovaciones. Por último, aumentar la inversión privada en la innovación. Para ello consta de tres fases distintas y un servicio de orientación y tutoría.
En la fase 1, se pretende conseguir un estudio de la viabilidad tecnológica, así como económica, de una idea/concepto innovadora para el sector de la industria (nuevos productos, procesos, diseño, servicios y tecnologías o nuevas aplicaciones en el mercado de las tecnologías existentes). En este caso, la financiación se destina en forma de una suma global de 50.000 euros. Los proyectos deberán durar unos 6 meses.
En la fase 2, se apoyan los proyectos de innovación que demuestren un alto potencial en términos de competitividad y crecimiento de las empresas. Las propuestas se basan en un plan de negocio elaborado, ya sea a través de la fase 1 o de otro medio. Las propuestas deben estar en un margen de entre 0,5 y 2,5 millones de euros, ascendiendo las ayudas al setenta por ciento de los costes. Los proyectos deben durar entre 12 y 24 meses.
Durante la fase 3, las PYMEs pueden beneficiarse de servicios de apoyo indirectos, así como el acceso a las facilidades financieras apoyadas por la Unión Europea.
A los beneficiarios seleccionados se les ofrece orientación y tutoría de apoyo durante la fase 1 y la fase 2. Este servicio es accesible a través de la red Enterprise Europe Network. Además, a lo largo de las tres fases, dicha red complementa el apoyo mediante el acceso a su oferta de innovación y servicios de internacionalización.