El Instituto de Enseñanza Secundaria Vila-Roja, ubicado en la localidad castellonense de Almassora, es el primero de la Comunitat Valenciana y el segundo de España que se integra en el proyecto Voluntarios del Conocimiento. Enmarcado en el Programa Grundtvig de la Unión Europea y liderado en España por Fundetec, su objetivo es introducir al colectivo de personas mayores en la Sociedad de la Información a partir de la labor de jóvenes voluntarios que ponen sus conocimientos tecnológicos al servicio de su formación.
Se trata de una experiencia piloto coordinada por la Fondazione Mondo Digitale de Roma en la que, además de España, participan otros cinco países europeos: Italia, Grecia, Suiza, Rumanía, República Checa y Reino Unido. Se trata de conseguir que las personas mayores de 60 años puedan conocer el uso de las herramientas tecnológicas básicas para que puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece la Sociedad de la Información, mejorar su calidad de vida y mantener un papel activo en la sociedad actual, creando al mismo tiempo un intercambio de conocimiento intergeneracional de base tecnológica apoyado en el voluntariado.

La acción desarrollada en Castellón será un curso que arranca hoy 17 de enero hasta el próximo 16 de mayo. Todos los jueves de 18:00 a 19:30 se impartirá en el IES Vila-Roja un curso en el que alumnos desde 3º de la ESO hasta Bachiller se convertirán en profesores de las personas mayores participantes. La iniciativa cuenta con el patrocinio y apoyo del AMPA del centro, a la que pueden dirigirse los mayores interesados en recibir esta formación, y con la colaboración de espaitec, Parc Cientific i Tecnològic de la Universitat Jaume I de Castellón.

Su único antecedente en España es el Colegio Paraíso-Sagrados Corazones de Madrid, el primer centro educativo colaborador de Voluntarios del Conocimiento en nuestro país. Hasta la fecha han participado en él un total de 39 alumnos y 60 mayores.

El programa formativo está basado en cuatro módulos de 20 horas cada uno: El ABC de las Nuevas Tecnologías; Redes Sociales; Trámites electrónicos con las administraciones públicas; y Tecnología doméstica. La Universidad de Edimburgo (Reino Unido) se encargará de evaluar la experiencia del proyecto en cada uno de los países participantes, a través de cuestionarios y entrevistas a los jóvenes voluntarios y a los mayores formados. De los resultados obtenidos dependerá su continuidad y la posibilidad de hacerlo extensivo a otros países europeos.